"Praga, una de las ciudades más bonitas de Europa, pequeña y preciosa"

Loli es supervisora de Atención al cliente del aeropuerto de Madrid desde 2014. Para ella, Praga es "una de las ciudades más bonitas de Europa, pequeña y preciosa". 

Un paseo: Sin duda, por la Ciudad Vieja, en el centro, para disfrutar de los músicos callejeros y contemplar el espactáculo de su famoso reloj astronómico, que sucede cada hora. Y cruzar el Puente de Carlos, con el castillo al fondo. 

Delicatessen: Además del gulash de carne,  los dumplings de de patata rellenos, el codillo y la cerveza,  no puedes perderte el Trdelnik, un dulce típico espectacular que se puede encontrar en puestos por la calle. 

De compras: En el Callejón del Oro, una calle estrecha y muy cortita situada dentro del Castillo de Praga, hay 16 casa pintadas de colores en las que se encuentran todo tipo de souvenirs: marionetas, cristal de bohemia, armaduras o el Golem, personaje de la mitología judía. Es típico el licor Becherovka - dicen que tiene propiedades curativas. 

Un museo: El de Franz Kafka, que se sale de lo común. Llama la atención su entorno pintoresco, la casa de Kafka, en el número 22, y una curiosa fuente con una escultura verde de dos hombres a la entrada. 

Las mejores vistas: Desde la Torre del Reloj y el Ayuntamiento. Y desde el Castillo de Praga, para tener una panorámica de la ciudad. 

Si vas con familia: La ciudad balneario de Karlovy Vary tiene 80 fuentes de aguas medicinales. Es fácil llegar desde la ciudad, pues hay autobuses que unen ambos puntos frecuentemente.  El cambio de guardia del Castillo de Praga seguro que encantará a los más pequeños de la casa. Se hace todos los días a las 12:00h.  Y ¿por qué no? asistir a una función de teatro negro. 

No te pierdas: Hay que visitar el cementerio del barrio judío y aprovechar para conocer la ciudad desde el río Moldava. Hay paseos de una hora en barco muy económicos.