“Hola, soy Fermín Vioque, piloto de Iberia desde octubre de 2018.
¿Por qué elegí ser piloto? Curiosamente, no sé de dónde me viene mi pasión por la aviación y esa vocación de ser piloto, porque ni en mi familia, ni en mi círculo más cercano hay nadie relacionado con ella. Pero siempre lo tuve claro: quería ser piloto.
Todo empezó cuando tenía 4 años, en un vuelo de Iberia de Sevilla a Madrid. Cuando entré al avión, el piloto estaba recibiendo a los clientes y al verme me preguntó si quería entrar a ver la cabina del avión; me cogió de la mano y me enseñó todos los botones. Aluciné. Aquel gesto, aquella amabilidad que tuvo conmigo y pensar que era capaz de hacer volar ese avión tan grande me llamó tanto la atención que inmediatamente pensé quería ser como él cuando fuera mayor.
Lejos de ser algo pasajero como les ocurría a mis amigos, que querían ser futbolistas o jugadores de videoajuegos, mi pasión por los aviones fue creciendo hasta llegar el momento de planteármelo de verdad como futuro.
¿Pero qué debía hacer para convertirme en piloto? Después de investigar mucho, preguntar por aquí y por allá, decidí estudiar en FTE Jerez, una de las mejores escuelas de pilotos en Europa y que, además, entre otras cosas, tenía un alto porcentaje de inserción laboral al terminar los estudios.
Recuerdo la formación como muy intensa y bastante dura, pero muy bonita. Me enseñaron no solo a volar, sino a ser disciplinado con mi trabajo, ser profesional y constante. Algo fundamental para mi nueva aventura.
Al terminar la formaciónla escuela me seleccionó para trabajar en una aerolínea de bajo coste. Estaba muy contento por esa salida laboral, pero no era mi sueño; yo quería ser como ese piloto que me impresionó tanto a los 4 años, y vivir en España, pues esta compañía tenía su base en el Reino Unido.
Siempre vi a Iberia como algo lejano y difícil de entrar, sobre todo con mi poca experiencia, pero me decía a mí mismo que quizá fuera posible en el futuro; había tiempo. Así que cuando me enteré de que la compañía necesitaba pilotos y que había una convocatoria abierta no me lo podía creer. ¡Estaban reclutando! No podía dejar de sonreír. Mi sueño podía hacerse realidad, así que fui a por todas.
Y lo conseguí. De vez en cuando me tengo que pellizcar porque aún no me creo estar formando parte de esta gran familia. Soy piloto de Iberia.”
9EhVr5FtaKaChMYRYUDJX78UeQZ9sRCaJwi1AJM9weFwaEZn1hWuTbcia5QxfJ6MfwxM49pTjgSE8u64JzzjpAUcPIkvnwEi0SbcGKJftOw7c6awKgxPc59QfVtUwYgHZKB5122RRLMBzfrpDfR8ZJBCZjtM1F4DpfVq3uYLFzoxFYugXw1p5g2aaoTL54Sb4jYPMhU5Mmkirj9GA38g4q2yc8WgciILphbJC8WK9KQ1oZgvcDwYdC1ERhLfuvxJgKowxCWIjYqhtcIhodBeIfow4mVTSsmhDySKe9b7VSVAbIEimxRSzDynjzMSuPP7D3D8PfM4NAozd08a0CYQ8vYYI7MZNca7bkUoXo2bQY571iYzJ2ArVZ99XVmf8qoQlH0lZabGsLb7arwV3HBEBDOxLmPEBsaeKqzqehbxEPeI8GXi8Ian5dxTcKM6HrV8EDpwXlRNVFYxA5rjJjiAQ3USKuJgyqH7FMgo92YiGDfP3kOAmRZPaxFy9SykFcAW12Jvryx6W4qwhpO7MBiKsmsK6BULKPCd1Pr5MHUHIjtPQiA5CWOC5RZjlFYzB38sspfYG1ijBtLmzADUhOWgbVVvUXkeVgcUAE5q2tkLtXv23DtLYLFwrV2zJF0rFuDYgvrfHMzfR2nH7MM7Y1EBtGzSw5HbJ8vyTzyLvzlICFooUEnXGcFgiFXOvJwqTPS5vLhxVOuAWg21U9V8dNPzlPEBQqGcpotE1j6wt0kO5WLRcVj1D4Wumwov7Ybpk6pxQ5688niKWXwuMszWKFKOavxPekBQ3InyuKw6fnlerOulhnONYhSy2pgbFB08LWZjJmhh4qMJ6YDb5EOeFJ1IurKyBmarkOralrffUuPvQeaLkQRzczlQAlZCOhw8OUD8